Soy muy antiguo….
Soy tan antiguo que ni yo mismo sé de cuándo dato pues he perdido toda la cuenta al respecto, aunque a buen seguro resulté de manera fortuita como producto de una necesidad y de unas manos hábiles e inquietas que dieron forma útil a una materia prima básica y tradicional. A veces se disputan si tengo sangre fenicia, celtíbera o almorávide y el lugar de mi primigenia aparición, pero fuera cual fuere mi origen para mantener el agua fresca en mí encontraron solución.
Estoy hecho de barro sencillo y poroso para que pueda transpirar, con un orificio de entrada más ancho y otro de salida más estrecho, pudiendo ofrecer forma y silueta de vasija más alargada o más comúnmente achatado, pero en cualquier caso poseo un vientre ancho en la zona central donde almaceno el líquido vital. Puedo ser básico o glamuroso, de un solo color o polícromo si la vista quieres alegrar, aunque en cualquier caso soy sin duda buena gente y de mí te puedes fiar.
Cuando el calor externo se extrema consigo evaporar parte de mi contenido de manera que algo de la energía térmica generada me abandona y esto es esencial, consiguiendo así que el resto y mayoría permanezca en refrigerio en mis adentros de forma natural. Echa un poco de anís en el agua antes de ponerme a funcionar y sobre todo no olvides que mis agujeros arcillosos hay que taponar, evitando a toda costa que alguna mosca cojonera dé al trasto con nuestro bienestar.
Alternativa al plástico
Sigo siendo conocido sobre todo en la franja de la España calurosa y meridional y me encuentras en Castilla, Levante o Andalucía por igual. Hoy en día estoy algo en desuso para vuestra desgracia generacional, pero te recuerdo y me reafirmo en que como alternativa al plástico contencioso que todo lo invade y emponzoña yo no tengo rival.
Botijo, porrón, búcaro…
Llámame botijo, porrón o búcaro que yo todo lo acepto, que no distingo entre hablas, idiomas o gentes, pero saca de mí provecho porque soy muy servicial y a todos puedo refrescar el día e incluso si quieres jugar, deja que mis entrañas te rieguen la cara si te quieres espabilar.
Sólo te pido que me apretujes bien, con cariño seguro y si me cantas o me bailas seas moderno o tradicional no me dejes caer al vacío que mi alma mil añicos se hará y por mucho que tú quieras no me podrás recuperar.
Que bonito relato, mis felicitaciones. Esencia de pueblo, de gente respetuosa que agarra con ganas esos dos elementos tan importantes en nuestra cultura, barro y agua. Homenaje a esos artesanos que han hecho tanto y nos dejaron la mejor obra. El arte…
Genial el artículo!!!!