Si nos paramos a considerar el nombre común astrolabio de forma literal, podemos  llegar a suponer que debe tratarse de algo que hace que tengamos estrellas en la boca. Según la etimología de la palabra ese no es realmente el significado preciso, pero ἀστρολάβιον (buscador de estrellas, en griego antiguo) en castellano hace que la coincidencia sea feliz. El reconocimiento de las estrellas por sus nombres es solo una de las funciones para que este fascinante objeto ha sido utilizado desde la antigüedad.

Photo: Brass Planispheric Astrolabe, Nasrid, Spain (Granada), 704 AH (1304-5 CE), by Abu Ja’far Ahmad bin Husayn bin Baso. MW.394.2007. Quatar Museums

Buscador de estrella, calculadora analógica y medidor de ángulos, entre otras funciones

Se ha llegado a contar hasta 15 funciones diferentes en un Astrolabio.

Sabemos que ya eran utilizados por los navegantes griegos. Un Astrolabio en manos expertas era útil para medir ángulos, conocer la fecha del día, la hora del día o de la noche, encontrar el norte, reconocer estrellas en el cielo, medir distancias y determinar la propia posición en el espacio. 

Los primeros astrolabios se construían de forma que sólo podían utilizarse a una determinada latitud, más o menos como nuestros modernos planisferios celestes de papel. Con los siglos, se llegó a integrar láminas almacenadas en su interior, para aplicación en latitudes diferentes. El afamado astrónomo toledano Azarchiel creó en el siglo XI un astrolabio universal.

Se hace necesario remarcar que siempre se hace referencia solo al hemisferio norte del planeta. 

Conocemos el primer tratado sobre el instrumento que fue  escrito por el alejandrino Juan el Gramático en el sexto siglo d.C. 

El cuarto libro de los Libros del Saber de Alfonso X, sobre instrumentos, era dedicado integralmente al llamado “Astrolabio Redondo».

El celebrado escritor inglés medieval Geoffrey Chaucer dedicó mucho estudio y mucha tinta a estos aparatos, basándose en escritos del andalusí Ibn Al-Saffar ( conocido a veces como Massala)

Las diferentes partes

Un típico astrolabio de latón se compone de varias partes. Tiene dos caras redondas más o menos decoradas y llenas de datos, nombres, líneas de referencia, coordenadas y calendario. Una cara es llamada “madre” y la otra “tímpano”. Por encima del tímpano encontramos  la fascinante “rete” o “araña”, que no es otra cosa que un mapa del cielo realizados con volutas que indican la posición de las principales estrellas, a la vez que permite ver los esquemas que subyacen ( hoy eso se resolvería con una impresión en plexiglás). La alidada por un lado y la regla por el otro, son dos indicadores fijados en el centro del círculo, que, por cierto, corresponde a la estrella polar. Algo muy curioso es que un astrolabio representa el mundo como si lo viéramos desde arriba y desde fuera. ¡Hay que elevarse al séptimo cielo para alcanzar el conocimiento!

El cordel para colgar el astrolabio de un dedo de la mano es importantísimo, ya que asegura de forma simple y efectiva que el objeto medidor esté perfectamente vertical en relación con el entorno.

Para qué podemos utilizarlo hoy en día

Utilizar un astrolabio para medir ángulos es muy divertido. Por ejemplo, podemos apuntar a Polaris y verificar que la distancia angular de la estrella polar a nuestro horizonte se corresponde realmente, en todo momento, con la latitud de nuestra localización (con una precisión bastante aceptable). Podremos medir la altura del sol, aunque en este caso no miraremos a él directamente sino que realizaremos una proyección en el suelo

Si contamos con un aparato completo de tabla de cálculo, podremos alinear la adidala con la cima de de un árbol, para calcular su medida de altitud. Para ello será necesario medir previamente en metros,  nuestra distancia del tronco y a los cálculos, sumar al final nuestra propia altura. 

Dónde podemos ir para ver astrolabios

El astrolabio más antiguo que conocemos se conserva en el Museo de Arte Islámico de Qatar pero desde España, sin ir tan lejos, podemos realizar una visita a Granada. en el museo arqueológico del barrio del Zaidín, donde se expone el astrolabio de Ibn Zawal acompañado de paneles ilustrativos.

Cómo podemos conseguir un astrolabio

Es posible hoy en día adquirir desde tiendas especializadas reproducciones fidedignas de astrolabios medievales realizados en latón. Yo sugiero para empezar una opción más ligera y experimental. Varias páginas de entidades de divulgación ofrecen la posibilidad de descargar una plantilla para imprimir en cartulina y acetato las diferentes partes, ensamblarlas con un poco de pegamento y un perno central y… salir al campo a hacer mediciones!

¡A disfrutar de la ciencia!

 

Enlaces de interés

contactanos para realizar un taller de planisferio celeste

Museo de Arte Islámico de Qatar, en inglés

apartado obra singular astrolabio Museo Arqueológico Etnológico de Granada

Wikipedia: el Astrolabio

pagina de empresa divermates con astrolabio

tienda de viejos inventos

blog sobre turismo matemático

blog sobre el legado nazarí

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